La civilizacion egipcia estaba económicamente basada en la agricultura, la cual dependió de las inundaciones anuales del Río Nilo (al retirarse las aguas, las márgenes quedan fertilizadas) y de diques, canales y lagos artificiales.
La autoridad absoluta, vitalicia, hereditaria y sagrada del monarca (faraón) estaba basada en el dominio del calendario que éste compartía con los sacerdotes.
Toda la tierra le pertenecía al faraón, aunque delegaba parte en los privilegiados: sus familiares, los funcionarios, los sacerdotes y los guerreros. Entre los no privilegiados encontramos a los campesinos, que no eran propietarios, pagaban parte de la cosecha al faraón, realizaban obras públicas e integraban la tropa; los artesanos, que trabajaban en su casa y entregaban parte de su obra al faraón o trabajaban en los talleres del monarca o los templos; y los esclavos, prisioneros de guerra de los que no dependía la producción.
La religión egipcia era politeísta, naturalista, zoomorfista y antropomorfista. Para los egipcios, al morir un hombre su alma (compuesta por el ka o espíritu vital y el ba o alma) era juzgada por Osiris, dios de los muertos, y luego volvía al cuerpo. Por eso había que conservarlo, momificándolo, o se debía colocar una réplica (estatua) en su tumba.
Los egipcios midieron la longitud, el peso, y el tiempo con relojes de sol y calendarios. Conocieron tardíamente la rueda y combinaron, en la escritura jeroglífica, escritura pictográfica (dibujos que representan cosas), ideográfica (dibujos que representan ideas) y fonética (dibujos que representan sonidos).